Gestión del Estrés
Manuel
Manuel
| 15-10-2025
Equipo de Ciencia · Equipo de Ciencia
Gestión del Estrés
Seamos honestos: el estrés y la competencia en el lugar de trabajo son parte de la vida para la mayoría de nosotros. Ya sea que estemos comenzando nuestra carrera o ya estemos profundamente inmersos en ella, todos enfrentamos momentos en los que las cosas se sienten abrumadoras.
Tal vez sean los plazos acumulándose, los colegas que parecen estar haciendo mejor que nosotros, o simplemente la presión de permanecer siempre productivos. Entonces, ¿cómo podemos sobrevivir e incluso prosperar en este tipo de ambiente? Vamos a explorarlo juntos.

Comprender de dónde proviene el estrés

No podemos arreglar lo que no entendemos. El estrés en el lugar de trabajo a menudo proviene principalmente de tres cosas: carga de trabajo, personas y expectativas. A veces asumimos demasiado. Otras veces, son los compañeros difíciles o tareas poco claras que nos agotan. Y luego está la presión de "demostrarnos" o avanzar en un espacio competitivo. Una vez que identificamos la fuente, ya estamos un paso más cerca de manejarlo mejor.

No tengas miedo de hablar

Cuando la presión se acumula, es tentador quedarse callado y tratar de seguir adelante. Pero a menudo, la mejor manera de avanzar es hablar al respecto. Si estamos abrumados por las tareas, tengamos una charla amigable pero honesta con nuestro gerente o compañero de equipo. Puede que ni siquiera se den cuenta de que estamos luchando. La comunicación abierta ayuda a establecer mejores límites y muestra que nos importa hacer las cosas bien, no solo rápido.
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Establecer nuestro propio ritmo

Es fácil compararnos con los demás, especialmente en una oficina competitiva. Pero no todos están en el mismo camino. Algunas personas son ascendidas rápidamente, otras se toman su tiempo. Eso no significa que estemos rezagados. En lugar de perseguir la velocidad de los demás, enfoquémonos en hacer nuestro mejor esfuerzo y crecer paso a paso. Un camino sólido y constante a menudo conduce a mejores resultados que apresurarse y quemarse.

Usar pequeñas victorias para construir confianza

Cuando el trabajo se siente difícil, ayuda dividir grandes metas en metas más pequeñas. De esa manera, cada vez que completamos una tarea, nos sentimos un poco más bajo control. Estas pequeñas victorias construyen nuestra confianza y mantienen viva nuestra motivación. Entonces, en lugar de estresarnos por toda la montaña, concentrémonos en el próximo paso frente a nosotros.

Mantener hábitos saludables incluso en días ocupados

Suena simple, pero es importante: comer a tiempo, beber suficiente agua y tratar de descansar lo suficiente. Cuando estamos cansados o hambrientos, es más probable que nos sintamos frustrados o ansiosos. Un paseo de 10 minutos, algunos estiramientos ligeros o simplemente tomar un descanso de la pantalla también pueden hacer maravillas por nuestra concentración. Estos hábitos pueden parecer pequeños, pero son clave para la energía y el estado de ánimo a largo plazo.

Aprender a decir "no"

No podemos asumirlo todo, y no tenemos por qué hacerlo. Decir "no" no nos hace perezosos o nada útiles. Muestra que conocemos nuestros límites y queremos hacer un buen trabajo con lo que ya tenemos en nuestras manos. Practiquemos decir cosas como: "Me encantaría ayudar, pero actualmente estoy a plena capacidad" o "¿Puedo volver a ti después de terminar esta tarea?" Claro y respetuoso, todos ganan.
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Enfocarse en el crecimiento, no solo en los resultados

En lugar de obsesionarnos con los títulos, los números o ser mejores que los demás, enfoquémonos en aprender y mejorar. Cada desafío que enfrentamos es una oportunidad para crecer. Cuando vemos nuestra carrera como un viaje, nos ayuda a disfrutar el proceso más y a reducir el estrés de los contratiempos temporales.

Encontrar apoyo fuera del trabajo

Todos necesitamos personas en las que apoyarnos. Tener amigos o familia con quienes hablar, o unirse a un grupo de hobbies, nos da espacio para relajarnos y ver la vida más allá del trabajo. Incluso un simple mensaje de alguien que lo entienda puede ayudarnos a sentirnos menos solos. Dediquemos tiempo a estos momentos, nos ayudan a recargarnos.

Saber que no estamos solos

Todos sienten presión laboral en algún momento. Puede que no siempre lo mostremos, pero muchos de nosotros estamos pasando por las mismas luchas detrás de escena. Lo importante es que aprendamos a cuidarnos, hablar amablemente con nosotros mismos y tomar las cosas día a día.
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Ayudémonos mutuamente

Lykkers, si te sientes estresado o abrumado, recuerda: estás haciendo tu mejor esfuerzo, y eso cuenta mucho. Verifiquémonos a nosotros mismos y a los demás. ¿Qué pequeña cosa podemos hacer esta semana para que el trabajo se sienta un poco más fácil? Ya sea decir "no" a algo extra o tomar un descanso de 5 minutos, cada pequeño paso importa.
¿Tienes tu propia forma de lidiar con la presión laboral? ¡Compártelo! Nos encantaría aprender de ti también.