Pan Ancestral

· Equipo de Comida
¡Hola Lykkers, alguna vez te has preguntado qué comían nuestros ancestros? Quiero decir, ¿las comidas que disfrutamos hoy no aparecieron de la nada, verdad? Algunos de los descubrimientos más sorprendentes vinieron del estudio de antiguas técnicas culinarias, ¿y sabes qué?
Acabamos de descubrir que el pan que amamos hoy, la focaccia, ¡podría haber sido horneada hace miles de años! Suena increíble, ¿verdad? Vamos a adentrarnos en cómo la química reveló este secreto ancestral.
Un Descubrimiento Delicioso
Un estudio reciente realizado por un equipo de investigadores internacionales ha descubierto algo increíble: la focaccia, ese delicioso pan italiano cubierto de hierbas, ¡podría haber sido horneado hace aproximadamente 9,000 años en lo que hoy es Oriente Medio!
El estudio se centró en los métodos de horneado utilizados por sociedades antiguas durante el período neolítico tardío (alrededor de 7,000 a 5,000 a.C.). Según los investigadores, estas comunidades antiguas ya horneaban grandes panes y panes planos hechos con agua, harina y hierbas. Estas antiguas tradiciones de horneado eran bastante complejas y se realizaban en bandejas especiales conocidas como "bandejas para pelar".
¿Qué Son las Bandejas para Pelar?
Las bandejas para pelar son únicas. Son contenedores ovalados para hornear con bordes bajos, hechas de arcilla gruesa. Se diferencian de las bandejas regulares para hornear porque sus superficies están cubiertas con un patrón de grietas regulares. Estas bandejas especiales eran utilizadas por sociedades antiguas en la región del Levante.
Para tener una idea de cómo funcionaban, el equipo de investigación recreó estas bandejas y configuraciones de cocina basadas en hallazgos arqueológicos. Querían comprender cómo la gente del pasado preparaba su comida, en particular su pan.
La Química Detrás del Antiguo Pan
Podríamos preguntarnos, "¿Cómo se dieron cuenta los investigadores de que el pan horneado en estas bandejas era focaccia?" ¡Buena pregunta! La respuesta está en una química bastante genial. Los científicos analizaron fragmentos de estas bandejas y encontraron pistas que les ayudaron a identificar el tipo de pan horneado en ellas. Cuando los investigadores estudiaron el desgaste en las bandejas de cerámica, encontraron dos patrones distintos.
El pan regular que era simplemente masa y harina presentaba grandes grietas y bordes crujientes. Pero cuando se usaban grasas de animales o aceites para hacer el pan, el patrón de desgaste era diferente. Las superficies eran más redondeadas, onduladas y más oscuras, ¡exactamente como luce la focaccia hoy en día!
Hierbas y Especias en la Mezcla
Aquí está la parte más interesante: el antiguo pan no era simplemente plain - ¡tenía hierbas y especias mezcladas! De hecho, las hierbas representaban alrededor del 95% de los restos de plantas encontrados en las bandejas. Eso es un número bastante alto, lo que sugiere que los antiguos panaderos ya estaban sazonando su pan, tal como lo hacemos hoy con romero y otras hierbas.
Los investigadores también encontraron rastros de grasas de animales mezcladas con restos de plantas. Una pista fue la presencia de ácido láurico, que se encuentra en algunas especias de origen vegetal. ¡Esto confirmó que el antiguo pan no era simplemente harina y agua, sino algo mucho más sabroso!
¿Qué Sigue?
El descubrimiento nos muestra que el horneado antiguo era mucho más sofisticado de lo que pensábamos. Estos enormes panes eran horneados para el consumo comunal, como lo demuestra su tamaño, ¡cada pan pesaba alrededor de 3 kilogramos! ¡Imagina las grandes festines que tenían! Es increíble pensar que la gente hace miles de años disfrutaba de una versión de la focaccia que conocemos y amamos hoy en día.
Al estudiar estas antiguas prácticas de horneado, los científicos no solo aprenden sobre la comida, sino también sobre las culturas y tradiciones de las primeras sociedades humanas. Así que la próxima vez que disfrutes de una rebanada de focaccia, ¡piensa que estás saboreando historia! ¿No es asombroso pensar que el pan que saboreamos hoy tiene raíces que se remontan a miles de años?
Gracias a las maravillas de la química, hemos descubierto los secretos culinarios de nuestros ancestros. Es un recordatorio delicioso de cómo la comida nos conecta a través del tiempo y el espacio. Así que, Lykkers, la próxima vez que hornees o comas focaccia, ¡sabe que estás participando en una tradición ancestral que tiene casi 9,000 años de antigüedad!