¿Siempre intentas ser perfecto en todo? Tal vez pasas horas asegurándote de que tus tareas estén impecables, o te preocupas por pequeños errores del pasado. Si te identificas con esto, probablemente seas un perfeccionista.
Ser un perfeccionista significa que intentas hacer todo a la perfección, pero a veces, eso puede hacer las cosas más difíciles para ti. ¡Hablemos sobre por qué el perfeccionismo puede ser malo y qué puedes hacer al respecto!
¿Qué significa ser un perfeccionista?
Ser un perfeccionista significa que estableces estándares muy altos para ti mismo. Quieres que todo sea perfecto y si las cosas no salen como planeaste, te sientes mal al respecto. Los perfeccionistas incluso pueden sentir vergüenza o vergüenza cuando meten la pata, y podrían evitar situaciones en las que piensen que podrían fallar. ¡Imagina sentirte molesto solo porque no lo hiciste todo perfecto, así es como a veces se sienten los perfeccionistas!
¿Por qué el perfeccionismo puede ser dañino
Puede que pienses que ser perfecto es algo bueno porque te ayuda a tener éxito. Pero ¿sabes qué? Algunos estudios muestran que estar demasiado enfocado en ser perfecto puede hacerte sentir más ansioso o triste. Incluso puede hacer que te sientas como que no eres lo suficientemente bueno, ¡aunque hagas lo mejor posible! En un estudio, los investigadores analizaron a más de 57,000 personas y encontraron que el perfeccionismo estaba relacionado con sentimientos de depresión, ansiedad y estrés. Así que aunque pueda parecer que el perfeccionismo te ayuda a hacerlo bien, en realidad puede perjudicar tu salud mental. Algunos investigadores creen que el perfeccionismo podría incluso causar depresión con el tiempo. ¡Esto significa que el perfeccionismo podría hacerte sentir peor en lugar de mejor!
¿Puede el perfeccionismo alguna vez ser bueno?
Algunos psicólogos creen que puede haber un tipo de perfeccionismo "saludable". Esto es cuando quieres dar lo mejor de ti mismo pero no te castigas si las cosas no salen perfectas. Se trata de tener altos estándares sin ser demasiado duro contigo mismo. Pero muchos investigadores creen que el perfeccionismo nunca es realmente útil, porque no se trata solo de intentar hacer lo mejor, se trata de nunca aceptar nada menos que la perfección, lo que puede hacerte infeliz.
¿El perfeccionismo se ha vuelto peor?
¿Alguna vez has notado que algunas personas parecen esperar más de ti que antes? ¡Pues no es solo cosa tuya! Los estudios muestran que a lo largo de los años, las personas, especialmente los estudiantes, han comenzado a sentir más presión para ser perfectos. Es como si todos a nuestro alrededor esperaran que demos lo mejor de nosotros todo el tiempo y eso puede estresarnos. Tal vez sea porque la sociedad actual es tan competitiva y esa presión puede hacer que el perfeccionismo empeore aún más.
¿Cómo puedes dejar de ser un perfeccionista?
Está bien querer hacer lo mejor, pero ser un perfeccionista no es la mejor manera de lograrlo. Aquí te dejamos cómo puedes dejar de ser un perfeccionista y sentirte mejor contigo mismo:
1. Aprende a crecer, no solo a ser perfecto
Una forma de evitar el perfeccionismo es desarrollar una "mentalidad de crecimiento". Esto significa creer que puedes mejorar con el tiempo, incluso si cometes errores. ¡En lugar de ver los errores como fracasos, piensa en ellos como oportunidades para aprender! Cuando te esfuerzas, incluso si no lo haces todo perfecto, todavía estás aprendiendo y creciendo.
2. Sé amable contigo mismo
Otra excelente forma de dejar de ser un perfeccionista es practicar la autocompasión. Esto significa ser amable contigo mismo cuando cometes errores, al igual que serías amable con un amigo. En lugar de decir, "Soy tan malo en esto." Intenta decir, "Está bien. Todos cometemos errores. ¡Inténtalo de nuevo!" Ser amable contigo mismo te ayuda a sentirte mejor, incluso cuando las cosas no salen como se planeaba.
3. Habla con un profesional
Si estás luchando contra el perfeccionismo, hablar con un psicólogo puede ayudar. Ellos pueden ayudarte a cambiar la forma en que piensas sobre los errores y a sentirte mejor de no ser perfecto todo el tiempo.
¡Recuerda, los errores están bien!
Lo más importante que debes recordar es que nadie es perfecto ¡y eso está totalmente bien! Los errores son parte del aprendizaje y te ayudan a crecer. Así que no te preocupes por ser perfecto, simplemente haz lo mejor posible, sé amable contigo mismo y disfruta del proceso de aprender y mejorar.